En unos pocos días se cumplirán dos años de nuestra visita a San Petersburgo. Habíamos llegado tarde porque fueron unas cuantas horas de vuelo, incluyendo una escala en Alemania tan fugaz que una de nuestras maletas perdió el avión. Hacerse entender en Rusia, sin conocer el idioma no suele ser fácil.
En cualquier caso, en esta latitud y en junio los días son muy largos. Casi no hay noche, así que pudimos salir a dar una vuelta.
Según la Wikipedia, Alexander Nevsky fue un líder ruso y un santo de la iglesia ortodoxa. Hijo del gran duque Yaroslav, gobernador de Novgorod., luchó contra suecos, teutones y tártaros. Es tanta la historia que desconocemos, mejor dicho, desconozco, que me abruma.
Nada de esto sabía yo cuando hace ahora un par de años, decidimos alojarnos en un hotel de la avenida Nevsky en San Petersburgo.
Es una calle bien ancha y tiene 4km de largo. Siempre hay tráfico, pero las aceras son rectas y espaciosas, por lo que se puede caminar cómodamente.
Los edificios, que no son muy altos se suceden interrumpidos tan solo por algunos puentes que atraviesan los famosos canales de esta ciudad. La luz del atardecer creaba sombras y siluetas sobre ellos.
Pero también tuvimos ocasión de hacer fotos los días siguientes, con el sol bien alto.
Todo el centro está plagado de estos canales y es un disfrute poder caminar de uno a otro.
Nos despedimos con unas fotos del edificio Singer, que tiene una librería estupenda, y una cafetería donde poder desayunar.